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impacto global

Defendamos la naturaleza juntos

Después de introducir los delitos ambientales críticos que amenazan nuestros ecosistemas, nos enfocaremos en cómo las comunidades están tomando medidas para hacer frente a estas amenazas.

En Latinoamérica, África, Asia y Oceanía, las comunidades están respondiendo a estas amenazas con resiliencia e ingenio. Este proyecto fomenta que las comunidades locales enfrenten los desafíos que enfrentan, defendiendo su patrimonio natural contra la explotación y la degradación.

Al conectar estas comunidades con redes de apoyo, promovemos respuestas locales para combatir la tala ilegal, el tráfico de vida silvestre, los delitos asociados a la pesca, la conversión de tierras y la minería ilegal.

Retos e impactos regionales

Las comunidades de Latinoamérica, África, Asia y Oceanía enfrentan amenazas únicas por delitos ambientales como la tala ilegal, la minería, el tráfico de vida silvestre, los delitos asociados a la pesca y la conversión de tierras.

Basándonos en hallazgos del Índice Global de Crimen Organizado, aquí están algunos de los retos que enfrenta cada región.

Los ecosistemas de Latinoamérica están bajo una presión severa. Los bosques de la región son gravemente afectados por la tala ilegal y la conversión de tierras para la agricultura, lo que genera una deforestación significativa y la pérdida de la naturaleza.

Las regiones costeras enfrentan intensos desafíos por los delitos asociados a la pesca, que agotan los recursos marinos y amenazan los medios de vida de las comunidades pesqueras. Además, la minería ilegal devasta los entornos locales y apoya al crimen organizado, mientras que el tráfico de especies icónicas como jaguares y aves exóticas pone en peligro la naturaleza y altera ecosistemas frágiles.

Los delitos ambientales son prevalentes en los diversos paisajes de África. La tala ilegal en la cuenca del Congo y otras áreas ricas en biodiversidad causa efectos devastadores en los ecosistemas locales, mientras que la expansión agrícola impulsa la conversión de tierras y la deforestación. La minería ilegal de minerales en conflicto alimenta redes criminales transnacionales y provoca una grave degradación ecológica.

Los delitos asociados a la pesca a lo largo de las costas agotan las poblaciones de peces, impactando la seguridad alimentaria y las economías locales. El tráfico de vida silvestre sigue siendo un problema grave, poniendo en peligro especies como elefantes y rinocerontes, que son fundamentales para el patrimonio natural del continente.

Asia es un punto crítico para los delitos ambientales que amenazan gravemente su entorno natural. La tala ilegal y la conversión de tierras, incluidas las plantaciones de palma de aceite, contribuyen a la deforestación a gran escala y a la destrucción de hábitats.

La minería ilegal devasta los ecosistemas mientras apoya al crimen organizado, y el tráfico de vida silvestre en la región empuja a especies como pangolines y tigres hacia la extinción. La naturaleza marina también está en peligro, ya que los delitos asociados a la pesca en las regiones costeras y marinas alteran los ecosistemas y afectan los medios de vida de las comunidades costeras.

Los frágiles ecosistemas de Oceanía enfrentan crecientes amenazas. La tala ilegal y la expansión agrícola impulsan la deforestación, poniendo en riesgo las tierras indígenas y la naturaleza.

Los ecosistemas marinos de la región se ven gravemente afectados por los delitos asociados a la pesca, lo que altera el equilibrio de la vida marina y amenaza las economías locales. El tráfico de vida silvestre plantea desafíos adicionales, atacando especies únicas como loros y reptiles para el comercio ilegal.

¿Qué están haciendo las comunidades?

Las comunidades en estas regiones están implementando iniciativas inspiradoras para combatir los delitos ambientales.

En Latinoamérica, las comunidades están respondiendo activamente a estos delitos ambientales. En Paraguay, los grupos locales están fortaleciendo los derechos sobre la tierra y resistiendo la conversión ilegal de tierras, mientras que en Ecuador las comunidades participan en prácticas de monitoreo participativo para rastrear la tala ilegal y abordar los delitos ambientales. En México, los esfuerzos para documentar los impactos de los cambios en el uso de la tierra mediante la cartografía histórica fomentan la unidad y la conciencia.

Estas iniciativas demuestran el compromiso de la región con combatir los delitos ambientales y promover prácticas responsables.

Los grupos locales en África lideran los esfuerzos para combatir las amenazas a la naturaleza. En Camerún, los investigadores recopilan datos para informar políticas sobre el pangolín, mientras que las comunidades en Tanzania utilizan sistemas móviles de reporte de incidentes para monitorear la tala ilegal y fortalecer la seguridad digital. En Uganda, los grupos locales documentan preocupaciones sobre derechos humanos relacionadas con la conversión de tierras, mientras que en Mozambique, las patrullas forestales y los talleres comunitarios refuerzan la gestión de recursos naturales.

Estas acciones reflejan la creciente resiliencia de las comunidades africanas frente a los delitos ambientales.

Enfoques innovadores en Asia están ayudando a las comunidades a combatir las amenazas a la naturaleza.

Los grupos indígenas en Indonesia utilizan herramientas seguras y efectivas para monitorear la tala ilegal, mientras que los patrulleros marinos en Malasia hacen cumplir las regulaciones para combatir las amenazas a los ecosistemas marinos. En Laos, las campañas de sensibilización sobre los delitos contra la fauna alcanzan a un público amplio, y en Nepal se documenta el tráfico de fauna para crear guías que identifiquen especies en riesgo. En India, los programas de capacitación y la vigilancia regular refuerzan las acciones para hacer frente a las amenazas en las áreas protegidas.

Las comunidades en Oceanía están promoviendo la protección de sus recursos naturales únicos. En las Islas Salomón, talleres y sesiones de capacitación para líderes locales aumentan la conciencia sobre las leyes ambientales y la tala ilegal, apoyando a los ciudadanos en sus esfuerzos para combatir las amenazas contra la naturaleza.

Estos esfuerzos buscan preservar la biodiversidad, fomentar prácticas responsables y asegurar la resiliencia de los ecosistemas marinos y terrestres.

A lo largo de estas regiones, las comunidades no solo resisten los delitos ambientales, sino que también están liderando la protección de sus entornos

Explora nuestros recursos y descubre cómo los crímenes contra la naturaleza afectan a tu región.

Al apoyar, compartir y amplificar este mensaje, puedes unirte a nosotros para fortalecer estos esfuerzos y fomentar un compromiso global con la resiliencia ambiental.

Tracking Peruvian Forest Loss from Space NASA Earth Observatory images by Joshua Stevens,  using Landsat data from the U.S. Geological Survey and the SERVIR Science Team.

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