Conoce a Bobbo Moussa

«Valor, valor, valor. Juntos, venceremos».

Bobbo, Fellow del Fondo Resiliencia 2023, comenzó a trabajar en iniciativas de resiliencia comunitaria en el norte de Camerún en 2016, tras una visita de investigación a las localidades de Mora y Kolofata. Estas zonas se han visto afectadas por las actividades de grupos criminales desde 2013, con miles de personas asesinadas y desplazadas en ataques cometidos por el grupo islamista Boko Haram.

Subtítulos disponibles en inglés, español y francés

¿Cuál es tu proyecto del Fellowship en Resiliencia?

Bobbo y su red de voluntarios ayudan a miembros vulnerables de la comunidad, especialmente a mujeres y niños, afectados por la violencia criminal surgida a raíz de los ataques de Boko Haram a pueblos y bases militares en el norte de Camerún. En colaboración con grupos de vigilancia de las comunas de Mora y Kolofata, una red regional de mujeres y psicólogos, han dado respuesta a numerosas violaciones de derechos humanos que sufren estas comunidades.

«Hemos llevado a cabo sesiones educativas y de psicoterapia con mujeres que han sido mutiladas, violadas y obligadas a casarse por grupos criminales. Nuestras sesiones les han permitido expresarse y mitigar su dolor. También hemos apoyado a niños huérfanos y desplazados que han huido de sus pueblos debido a las incursiones armadas de grupos criminales, dotándoles con lotes escolares que les permiten continuar con sus estudios en las zonas donde han encontrado refugio».

«El Fondo Resiliencia GI-TOC es un recurso inestimable para ayudar a miles de familias a recuperarse a través de la implementación de diversos programas en sus comunidades».

¿Dónde trabajas?

Bobbo trabaja en una comunidad ubicada en el departamento de Mayo-Sava, en la frontera norte de Camerún con Nigeria. Esta comunidad alberga a los pueblos mandara, podoko, mafa, kaba, arabe-tchoa y kotoko.

«Los niños a los que ayudamos vienen de familias que han huido de los abusos de grupos criminales en pueblos de la frontera con Nigeria, como Kerawa, Zamga, Ashigashia, Djibrilli, Zeleved, Moskota, Tourou y Limani, y que han encontrado refugio en Kolofata y Mora».

Como parte de su proyecto, Bobbo ha ayudado a los grupos de vigilancia locales a recuperar tierras agrícolas que les permitirá alimentar a sus familias. Para estas comunidades ha sido un reto vigilar sus aldeas mientras trabajaban en los campos, ya que las medidas de seguridad se consideran voluntarias y reciben muy poco apoyo del Gobierno.

Al trabajar su propia tierra, los miembros de la comunidad podrán formar equipos y turnarse entre el cuidado de sus cultivos y las actividades de vigilancia de sus aldeas. Parte de la cosecha se destinará a sus familias, mientras que el resto se venderá para comprar equipos y proteger sus tierras en los próximos años.

«A pesar de la violencia que ha sufrido, esta comunidad está decidida a reconstruirse, a vivir y a prosperar».

¿Qué significa para ti la resiliencia?

«Para mí, es la capacidad de una comunidad de seguir viviendo, funcionando, creciendo y prosperando tras experimentar un trauma o una catástrofe».

«A veces nos sentimos impotentes ante estas situaciones traumáticas, pero espero inspirar solidaridad, valor y determinación. Juntos conseguiremos que nuestras comunidades sean verdaderamente resilientes; comunidades que son capaces de reconstruirse a sí mismas, de funcionar y de prosperar, a pesar de las violaciones a los derechos humanos que sufren a diario».

Item 1 of 3

¿Cómo es tu día de trabajo?

«Mi jornada laboral comienza a las 8 de la mañana y consiste en ir al campo, reunir a la comunidad y organizar las actividades. Mi principal reto es trabajar con personas vulnerables, algunas de las cuales están traumatizadas, en una zona donde las atrocidades cometidas por grupos criminales son cotidianas»